Estamos de enhorabuena. Hoy tenemos que agradecer la coherencia de Ojos de Brujo (ODB) y, sin pecar de falta de modestia, nos tenemos que felicitar sobre todo a todos nosotros. Cuando hace unas semanas nos enteramos de la participación del grupo barcelonés en el Dajla del territorio ocupado, nos decepcionó. El movimiento generado en los diferentes grupos de apoyo a la causa saharaui en Facebook comenzó a expandirse por los cuatro costados. Tanto es así, que los correos a los miembros de ODB se sucedía, reclamando una explicación a la 'traición' a la causa, una causa que siempre habían apoyado.
Todo este movimiento social, gracias una vez más a las redes sociales -tan desnostadas por quienes las desconocen-, tuvo su efecto. ODB suspendió el concierto, que tenía que haberse celebrado ayer noche. Según se indica en su web, en un principio "las diferentes partes implicadas para la posible realización de este concierto (discográfica, promotora, oficina artística, artistas…) valoraron los pros y los contras para asistir al mismo, decidiendo aceptar la propuesta en base a una serie de condiciones muy determinadas".
Sin embargo, "tres días antes del comienzo del festival buena parte de esas condiciones (económicas, técnicas, logísticas y mediáticas) no se han respetado ni cumplido, con lo cual no era posible asegurar un espectáculo en los niveles de calidad artística que requiere un concierto de Ojos de Brujo".
Es cierto que las causas de suspensión no son tan 'nobles' como la causa saharaui merece, pero lo importante es que no tocarán. No obstante, apesar de la marcha atrás y siendo objetivos, la imagen de ODB ha quedado tocada en ciertos sectores de sus seguidores. Precisamente por eso, esta suspensión no es suficiente para reparar ese daño. Sin duda, se espera más y que, de manera proactiva y no por la presión social, el grupo a realice algún acto ejemplarizante.