jueves, 17 de junio de 2010

FiSahara, punto y aparte

No puedo presumir de muchas cosas, esa es la realidad, pero quienes me conocen bien saben que sí hay una de la que me siento especialmente orgulloso: ser honesto conmigo mismo. Siempre he sido de los que piensan que es imposible ser honesto con los demás si te traicionas a ti mismo. Por eso mismo, jamás he dejado al margen los pocos -o muchos, para algunos- principios que tengo, aunque ello me haya costado el desembarco de proyectos, de trabajos, de amistades.

Durante los dos últimos años he tenido el privilegio de formar parte del equipo de FiSahara y, lo que es muchísimo más importante, de involucrarme activamente en la lucha por la causa saharaui. El cómo, en realidad, es lo de menos, porque cuando hablamos de combatir la injustica que vive el pueblo saharaui, son muchos los caminos, pero lo realmente crucial es la meta.

Sin embargo, las diferencias insalvables que mantengo con la dirección del Festival me impiden seguir a bordo de este proyecto. Si lo hiciera, si obviara la autocrítica que considero imprescindible, no sería honesto conmigo mismo -y por tanto, con el pueblo saharaui-, por la manera tan radicalmente distinta que tengo de entender FiSahara y los proyectos asociados a éste. No ha sido una decisión sencilla; de hecho, ha sido bastante dolorosa, tanto para mi como para el 75% de miembros del equipo estable que levantaba el festival desde Madrid y que también ha optado por la dimisión.


Sea como fuere, el fin marca un principio puesto que, como comenté anteriormente, son muchos los modos e iniciativas para seguir en la brecha, para luchar por la justicia que merecen los saharauis. A partir de ahora, si bien este blog se clausura, no me olvidaré de todos vosotros en dbnews, desde donde seguiré volcado con la causa. No olvidéis el grupo de Facebook, al que espero que sigamos contribuyendo todos.

Finalmente, no me puedo marchar sin dar las gracias a todos los que estáis siempre ahí, los que seguís el blog, los que voluntariamente os dejáis la piel, el dinero y las energías por lo que consideráis justo. Gracias a todos con los que he trabajado codo con codo y en la distancia, los que me habéis aguantado y los que me habéis ayudado tanto. Gracias por todo, por vuestro apoyo y vuestra amistad. Eso no tiene precio.

Cada día que hago una entrevista, el entrevistado me enseña algo nuevo: hoy mismo me han dicho "los activistas movemos el mundo y lo hacemos gratis, aunque el mérito siempre se lo lleva otro". Pues bien, a pesar de eso, no desfallezcáis ninguno y sigamos todos al pie del cañón. La causa lo necesita, los saharauis lo merecen.
Hasta la vista.
¡Sáhara Libre!

Gervasio Sánchez, un espejo en el que mirarse

(Vía dbnews)




Imprescindible leer y releer el encuentro digital que mantuvo ayer Gervasio Sánchez con los lectores de Público. Llevo muchos años admirando a este profesional como la copa de un pino y, además, tuve la suerte de conocerle en persona durante la VII edición de FiSahara. No fue allí donde me dí cuenta de la calidad humana y profesional de Gervasio. Eso sucedió mucho antes. Y se ratificó en el modo en que aceptó mi invitación para venir al Sáhara y conocer de primera mano la realidad de los campamentos de refugiados.

Jamás había hablado con Gervasio. Nunca. ¿Cómo di con él? A través de una de las redes sociales que se han hecho tan populares. Le envié un mensaje, proponiéndole el viaje al Sáhara y enseguida respondió. Le cogí entonces en Chile, donde se encontraba trabajando. No lo dudó, me pidió más información y durante las semanas sucesivas fuímos hablando, cerrando los flecos que siempre tiene un viaje de este tipo.

El día que salíamos para el campamento de refugiados de Dajla, me lo encontré en Barajas, releyendo recortes de periódicos sobre el conflicto del Sáhara Occidental de finales de los 70, principios de los 80. Me los mostró, ilusionado con el viaje. Ilusión que día a día siguió desbordando durante todo el festival en el desierto. Y eso se nota en su modo de trabajar, de indagar, de buscar historias que nadie busca.

Un actitud muy diferente de otros periodistas a los que veo que llueven los elogios... a los que también me dirigí de la misma manera que con Gervasio y que nunca, jamás, ni siquiera respondieron. Esa es la diferencia. Y no lo digo por estar dolido o decepcionado -que lo estoy-, sino porque hacer buenos reportajes cuando vas a lo seguro resulta mucho más sencillo que embarcarte en aventuras que jamás sabes cómo terminarán.

Gervasio es de los segundos, es un periodista de raza, un espejo en el que mirarse y que, además, jamás a renunciado a sus principios, por muchos premios que le han dado o muchos halagos que ha recibido. No mide las invitaciones o las propuestas de trabajo en términos del éxito que le reportarán, sino en términos del interés periodístico y humano. Esa es la diferencia respecto a los periodistas del star-system. Que los hay y muchos. Y, ¿saben qué es lo peor? Que ellos mismos creen que son el último reducto del periodismo puro cuando, en realidad, son uno de los peores golpes que recibe esta profesión en plena línea de flotación.

Como apuntó ayer Gervasio: "El oficio de periodista tiene una mala imagen generalizada por culpa de  la prepotencia con la que actúan algunos periodistas.[...] Creo que existe mucha prisa por llegar muy rápido al éxito y se hacen  cosas que cuestionan todo el trabajo. En esta especialidad del  periodismo, como en todas, hay que tener un comportamiento intachable  todos los días de todos los años de tu vida profesional".

Gracias, Gervasio.Y perdona, porque a buen seguro que, aunque a mi se me hace corto este post, a ti te parecerá excesivo.

martes, 8 de junio de 2010

Empresas honestas


(Vía dbnews)
Aún parece que existen empresas honestas, decentes... más, incluso, que los propios Gobiernos. El inversor noruego KLP ha retirado de su cartera de inversiones a las compañías estadounidenses FMC Corporation y PCS. La razón para hacerlo ha sido que ambas compañías compran fosfatos en el Sáhara Occidental bajo ocupación marroquí cuando, según la propia ONU, las autoridades marroquíes carecen de título legal alguno sobre la ex colonia española, por lo que esta explotación es ilegal.

Lo que gobiernos como los de EEUU o de España -y, por supuesto, el resto de la Comunidad Internacional- no son capaces de hacer, lo ha hecho este inversor noruego. Toda una lección de honestidad, de decencia en tiempos en los que ésta cotiza a la baja.Un primer paso para dejar de robar la riqueza a los dueños legítimos del Sáhara Occidental, para que los cimientos para pisotear los Derechos Humanos de los saharauis tiemblen.

Ojalá cunda el ejemplo.

jueves, 3 de junio de 2010

Exposición Refugiados en el Desierto

Acontecimientos tan trágicos como los vividos por la Flotilla, masacrada por el gobierno de Israel, nos recuerdan que el saharaui no es el único pueblo olvidado por la Comunidad Internacional. Nosotros seguiremos solidarizándonos con éstos y, además, redoblando nuestros esfuerzos por ayudar a nuestros hermanos saharauis.

Y eso nos lleva directamente a una nueva edición -ya es la III- de la Exposición Internacional de Fotografía “Refugiados en el desierto”, en la que todos los que estuvísteis en FiSahara podéis ser protagonistas.

Envíad vuestras fotos de FiSahara a la Exposición y ayudadnos a contarle al mundo lo que ocurre en ese lado del mundo, olvidado. Sin vuestra ayuda, no habrá exposición.


¡PARTICIPAD!

¡Mandad vuestras  tus fotos ya! Tenéis hasta el 15 de junio. Entrad en www.refugiadoseneldesierto.com y colgad lo que captaron vuestras cámaras.