Marruecos y el Frente Polisario podrían retomar las conversaciones para tratar de resolver el conflicto del Sahara Occidental. Hace ya más de 18 meses que las conversaciones se interrumpieron y, aunque no se han dado fechas concretas parece que los contactos podrían desbloquearse.
El anuncio lo ha realizado el enviado especial de Naciones Unidas para el Sahara Occidental, Christopher Ross. Precisamente Ross será quien elija la fecha y lugar para la próxima reunión, "tras consultarlo con las partes, aunque no precisó si se tratará de una nueva ronda informal o de una negociación propiamente dicha".
En ocasiones anteriores, Ross declaró que quería una solución que tuviera en cuenta la autodeterminación. Veremos ahora si no hay pliegues ante el reinado de Mohamed VI, como en ocasiones anteriores. Por lo pronto, sobrevuelan sobre los nuevos contactos la sombra del Plan Baker:
James Baker fue el representante especial del secretario general de la ONU para el Sáhara Occidentala principios de la década de los 2000. Las claves su plan consistían en convertir al Sáhara Occidental en una autonomía dependiente de Marruecos con competencias educativas, culturales y de recursos pesqueros, pero no en materia de asuntos exteriores, defensa, interior, seguridad, finanzas, moneda, aduanas y comunicaciones.
Se producirían dos procesos electorales: uno para nombrar la Autoridad del Sáhara Occidental a modo de 'gobierno autonómico' y siempre dependiente de Marruecos, y otro al cabo de cinco años a partir de la firma del plan, para decidir si se quiere seguir con ese sistema de gobierno y optar por la autodeterminación.
En cualquier caso y antes de nada, Marruecos ha de solucionar cuanto antes el problema del censo, que tiene bloqueado desde 1991, cuando se decidió que habría de celebrarse el referéndum de autodeterminación. ¿Quiénes habrían de estar incluidos en ese censo?
Pues en su día se habló de todas las personas que hayan residido de forma continua en el Sáhara Occidental desde el 30 de diciembre de 1999, lo que incluiría a las comunidades desplazadas a la zona (alrededor de 130.000 personas). A ellos se sumarían los mayores de 18 años reconocidos como votantes saharauis por la MINURSO hasta el 30 de diciembre de 1999 (86.000 personas en total), los refugiados de Argelia y otros países inscritos en las listas de ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) hasta octubre de 2000 (unos 160.000).
Veremos. Somos optimistas, pero después de 34 años, también muy realistas.