El Presidente de la Comisión de África en el Congreso de Estados Unidos (EEUU), Donald Payne, se ha dejado caer hoy en Madrid en visita relámpago, de camino al continente africano. Durante las III Jornadas de las Universidades Madrileñas sobre el Sahara Occidental, Payne ha señalado que el pasado mes de abril, el grupo de congresistas que encabeza envió una carta al presidente Obama llamando su atención sobre el conflicto en el Sahara Occidental. “Es normal que no tengamos aún respuesta porque la Administración Obama lleva 120 días de gobierno y el Sahara no es una prioridad, pero vamos a tener respuesta en futuro”. Por lo pronto, “el embajador Johnny Carson ha sido nombrado secretario de Estado para Asuntos Africanos y ya está constituyendo un grupo de trabajo del que habrá noticias muy pronto”.
Es una prueba más de lo que a Obama le gusta calificar ‘el poder inteligente’, esto es, escuchar y poder trabajar con los adversarios para encontrar así la mejor solución. Hay que tener en cuenta, como él mismo ha admitido, que “el Sahara Occidental es un tema olvidado en todo el mundo”, más aún en el caso de EEUU, si bien es cierto que hay congresistas muy favorables a la causa marroquí dado su apoyo en el norte de África durante los últimos años. No es el caso de Payne y su grupo, que considera que “la autodeterminación es un derecho humano fundamental del pueblo saharaui y negárselo sería no ser coherentes con el espíritu norteamericano”.
Por este motivo, el norteamericano no sólo apuesta porque la MINURSO vele por estos derechos sino que, además, “existan informes y mecanismos de monitorización de su cumplimiento”. Payne, impresionado por el movimiento popular pro-saharaui que ha visto en España, se ha mostrado optimista por los cambios que se han producido en la Administración norteamericana, que “quiere más paz y prosperidad en el mundo, con un fuerte compromiso con la ONU”. De hecho, ha indicado, “el Congreso va a destinar más dinero para asegurar la paz, y vamos a incrementar nuestras actividades”.
En lo que se refiere a España, muy diplomático, Payne se ha limitado a apuntar que “no puedo decir al Gobierno español qué es lo que debería hacer en relación con Francia, pero sí creo que si el obstáculo importante es el vecino, debería hablar con él”. En cualquier caso y ante un hipotético regreso a las armas, el congresista fue tajante: “la negociación sería la mejor de las soluciones, pero no ha funcionado en el pasado porque entran otros factores en juego. La guerra siempre debe ser la última de las opciones; quienes deciden llevarla a cabo no son quienes las padecen”.
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